Hay muchos tipos de bloqueos, desde muy leves a más graves. Pero los bloqueos, a no ser que sean un trabajo expreso de alguien o una circunstancia vivida muy fuerte, vienen poco a poco, y hay pistas que nos indican si se está entrando en uno.
Las tareas sin acabar, las que día a día no se solucionan y acaban siendo una montaña, son una pista clara de bloqueo. Una tarea sencilla que se deja para más tarde, supone que después habrá que hacer dos tareas sencillas, quizás tres. Cada vez cuesta más resolverlas.
Las tareas, los asuntos pendientes son pequeñas losas en nuestras energías. Realizarlas, supone una liberación, no resolverlas, una carga.
La forma de afrontar las tareas, ya puede indicar cuando una persona está entrando en bloqueo o está bloqueada. Obsérvate. Pregúntate lo que tienes pendiente. Según la forma en que lo digas, puedes saber si estás entrando en bloqueo o no. Cuando las tareas pendientes son una obligación, una carga pesada, se suele utilizar la expresión "Tengo que hacer" (obligación), cuando no es así, se suele decir "He de hacer". Ya se que es superficial, pero esa expresión esconde la forma de afrontar las tareas pendientes y tiene su lectura en el estado energético.
El orden a la hora de afrontar las tareas diarias, es importante pàra el equilibrio interior. Las pequeñas cosas pendientes sumadas, forman una gran y costosa tarea a realizar. No permitas que se acumulen.
Si tienes un bloqueo y eres consciente de ello, hazte preguntas, haz lista de tareas, de prioridades y sin excusas, ponte manos a la obra a hacerlas o luchar por tus objetivos. La primera fase para lograr objetivos es liberarse de bloqueos propios.
Adelante, eres muy capaz.
Feliz martes.
Manuel
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