Lo que fácil viene, fácil marcha. Es un dicho muy cierto. El esfuerzo, el sacrificio y la constancia, son necesarios para apreciar lo conseguido. Lo que viene fácil, se suele apreciar poco. Lo que cuesta conseguir y se consigue, perdura en el alma.
Para conseguir fines hay que tener constancia y coherencia. El equilibrio está presente. No se puede pretender conseguir grandes cosas sin invertir el esfuerzo necesario.
Caer en la negación y esperar que las cosas se resuelvan solas no es el camino.
El equilibrio tiene que estar presente en tu vida. Si quieres ser escuchada, escucha. Si quieres ser amada, ama. Si quieres ser feliz, haz feliz. Si quieres generosidad, se generosa. Si quieres recibir, da. Si quieres tener alegría, da alegría. Si quiere ayuda, ponte a ayudar...
Algunas veces, los impedimentos energéticos, las malas energías, pueden hacer que el esfuerzo continuado no de frutos. A veces es chocar contra un muro que parece infranqueable. La visión del callejón sin salida aparece y el bloqueo aumenta. Pero el equilibrio debe aparecer de nuevo y más, en momentos de bloqueo. Esfuerzo para luchar contra lo que no nos deja avanzar. Si quieres soluciones, toma consciencia.
Analiza lo que te impide avanzar. Míralo de otra forma, no con la resignación de lo que es inevitable. Quizás hay que cambiar cosas que parecen imposibles. Quizás hay que hacer cosas que tenías descartadas. Las energías no entienden según que prioridades físicas, pues para ellas, para el universo, son accesorias.
Busca el equilibrio entre lo que pides y lo que ofreces.
Feliz día.
Manuel
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