Suelo recibir muchos mensajes explicándome las sensaciones recibidas durante y después del ritual de luna llena. La mayoría son positivos, sensaciones nuevas, fugaces o importantes de conexión con energías elevadas. Los rituales son puertas que se abren a futuros mejores. Desde el momento que sientes sensaciones elevadas, ten la seguridad que tu ritual está funcionando.
Recibo mensajes de personas que no han sentido nada importante o incluso desanimadas pues no se cumplen sus objetivos. Llegan a recriminarse su poca capacidad ante los temas energéticos. Me gusta recibir estos mensajes que leo y contesto con especial atención. Una de las grandezas del trabajo con rituales es que de una forma u otra, desempolvan el problema real para que tomes consciencia de él. Una vez analizado y concretado ese problema de fondo, podemos dirigir nuestras fuerzas hacia su resolución.
Expongo un caso a modo de ejemplo. Me ha mandado un mensaje una persona después de hacer varios rituales y no conseguir los objetivos buscados. Objetivos concretos y asequibles, un cambio en el trabajo y retomar una amistad perdida. Después de analizar las energías que esa persona emite, sale a la luz la situación de desubicación en la que se encuentra. Una convivencia con una pareja que ya no aporta nada a ninguno de los dos. La casa, el lugar de convivencia donde se debería recargar, es un lugar de tensión y distancia. Las energías que buenamente atrae con su trabajo energético, se ahogan en esa relación acabada. Ni ella sabe porque sigue con esa persona y está segura de que él se encuentra en una situación parecida. Le he hecho visualizar un nuevo futuro, llegar a un pequeño piso en el que se sienta en paz. Visualizar una nueva vida en la que por fin aparezca la misión a la que ella ha venido. Su mente relegaba ese problema, no lo había visto desde esa perspectiva y ahora sabe a que atenerse para desarrollarse como persona y hacer los rituales efectivos.
En el mundo energético, todo está unido y relacionado. En algunos casos, trabajar un tema concreto sin resolver o poner en vías de solución otros anteriores, puede hacer creer que el ritual no ha funcionado o no ha ayudado a cumplir el objetivo. Nada más equivocado, el mero hecho de hacer el ritual ya es por si mismo un ejercicio de canalización y conexión con el alma que abre posibilidades de cambios.
Para mi, el ritual ha hecho efecto pues ha conseguido desbloquear una situación y afrontarla. No dudes en analizar los porqués de las situaciones. Mi trabajo es precisamente ese, ayudar a descubrir el origen de los problemas y solucionarlos. Cuenta conmigo.
Manuel
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