Una simplificación de la
definición de religiones puede ser que son puertas de acceso al mundo
energético. Cada una con sus formas y sus métodos.
Podemos imaginar que
estamos delante de muchas puertas. En cada una de ellas, el nombre de un
movimiento religioso. En el interior, las estancias son distintas. Cada casa
tiene sus normas de comportamiento, de vida.
Al final de esas casas,
hay puertas también. El Cielo, el Nirvana, el Yanna… son los nombres que
aparecen en esa puerta final.
Al salir,
sorprendentemente o no, vemos que todas las puertas dan al mismo lugar, al
lugar de transformación de lo físico a lo energético.
Así pues, siempre según
mi humilde opinión, las religiones son clubs de captación de personas que
prometen tener una mejor comunicación con lo que hay detrás de esas puertas
finales. Trabajan duro y sin duda guían cada una a su forma.
La competencia entre
ellas es tremenda. Históricamente han sido generadoras de terribles conflictos
debido a sus propias interpretaciones supremacistas.
Lo importante, se
pertenezca a la religión que sea o a ninguna, es como discurrimos a través de
esas estancias (la vida). Lo importante es transcurrir en este rio que es la
vida, enriqueciendo sus aguas, no contaminándolas.
Feliz día.
Manuel
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