Los objetivos muchas veces son truncados por los miedos. Es cierto que hay que ser prudente, pero también es cierto que la excesiva prudencia puede reducir nuestras posibilidades de evolución.
Muchas veces tenemos pequeños o grandes objetivos que posponemos una y otra vez por miedo, por poca confianza, por inseguridad. Cuantos más proyectos y objetivos pospones, menos valentía tendrás para afrontar otros.
Por objetivos me refiero cualquier cambio en la vida, no solo laboral. También de entorno, de relaciones, de mentalidades, de forma de entender la vida.
No todos los objetivos se pueden cumplir. Tampoco está mal que algunos queden como objetivos fantasiosos que puedan incitar a cumplir otros menores.
Lo importante es que nadie anule tu personalidad, tu forma de ver la vida. Lo importante es que la sociedad no te absorba transformándote en un número más manejado a su antojo.
Recuerda, eres libre.
Feliz sábado.
Manuel
No hay comentarios:
Publicar un comentario