¿Sabes hasta donde pueden llegar tus energías?
Si tu respuesta es que no, te invito a intentarlo, a jugar con ellas, a lanzarlas, a ofrecerlas. Ayudará a quien la reciba y te ayudará a ti.
Si tu respuesta es que si, te invito a reflexionar, pues es el mundo más infinito que conozco. Siendo un catalizador de energías a distancia como soy, aún no soy consciente de hasta donde pueden llegar las energías a distancia. No hay límites.
Muchos ya son conscientes de ese potencial, incluso han mandado energías a alguien que se encuentre lejos. Muchos ni lo intentan por miedo a no tener "respuesta de confirmación".
Visualízame escribiendo estas lineas. Visualízame delante de un teclado, en una mesa. Siente como casi no existe el pasado y el futuro, solo un eterno presente. Mientras lees me ves escribir y, mientras escribo, te veo leer.
Tómate un momento y analiza lo que sientes.
Tu sientes mi energía y yo la tuya. Cada uno a su forma pues la energía se interpreta según lo que cada uno somos, pero el denominador común es que una buena energía enviada o recibida, siempre hace bien.
Los hilos de conexión energéticos entre las personas son maravillosos. Con la práctica, esos hilos se vuelven más fuertes. Sino hay cierta constancia, los hijos se debilitan. El ejercicio de enviar energía a alguien a distancia, fortalece la conexión entre las personas y, aparte de ayudar al que recibe, te ayuda a ti, pues como en todo, la práctica es importante.
Visualiza a alguien que lo necesita. Busca en tu interior lo más puro que tengas. Visualiza un lugar o una situación y mezclando todas esas sensaciones, mándaselas a esa persona como si fuera un fluido de luz que ilumina su aura.
Si practicas y crees en ti, los resultados son maravillosos.
Feliz semana!
Manuel
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