martes, 4 de febrero de 2014

Los peligros de no hablar claro



Cada persona es un mundo de pensamientos, de sensaciones, de percepciones, de formas de entender la vida. Cada persona analiza para si misma lo que recibe y saca sus conclusiones. Muchas veces son conclusiones correctas, la intuición junto con lo que se observa en el entorno, hace tomar decisiones adecuadas. Pero otras muchas, las decisiones equivocadas vienen originadas por silencios que intoxican relaciones, decisiones, etc.

El origen de esos silencios, de no expresar lo que se siente con libertad, es muy variado. Pero si hablamos de pareja, casi siempre suele ser temor ante la reacción adversa. Temor ante lo que puedan pensar de ti. Temor ante lo que pueda llevar el hablar claro. Y el resultado suele ser distancia.

Si se ha acabado el amor en una pareja y no se habla claro, desembocará en discusiones más violentas o engaños. Si hay amor pero hay distancia y no se habla, la relación está condenada. Sino se habla claro con una amiga, aparecerá la desconfianza y se acabará la amistad. Lo mismo aplicado a familia.

Me refiero a los temas que son importantes entre las personas y que no se abordan por la razón que sea. Por supuesto que es normal tener secretos que sólo son de una misma, es normal y necesario.

Y tu, ¿hablas claro con los que te importan? ¿Eres consecuente con tus pensamientos? Plantéatelo, haz una pequeña lista con las cosas que dirías y a quien se lo dirías. Analiza el hacerlo, lo que se gana y lo que se pierde y saca tus conclusiones.

Al ser sincera con una misma y con los demás, notarás una liberación, un peso que se desvanece. Muchos bloqueos vienen dados por la falta de sinceridad.

Evidentemente este artículo, como casi todos los que escribo, son generalizaciones. Cada caso es distinto. Solo pretendo hacer pensar.

Feliz Martes!

2 comentarios:

  1. Un artículo que espero sirva a muchos, inclusive a mí. Se suele hablar del don de la palabra, pero poco se habla del don de escuchar, pues es tanto o más importante que el anterior. Usted qué piensa? Y me gustaría hacerle otra pregunta, usted que ha viajado a otros lugares de este mundo nuestro: no creo que usted sea partidario de una religión en concreto, pero qué piensa acerca del taoismo como forma de pensamiento aplicado a la vida propia? Gracias.

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  2. La sinceridad es un don. Empieza por uno mismo, para después poderlo compartir con en el entorno en el que vivimos. Es un don difícil de gestionar, nos preocupa ser sinceros con nuestros sentimientos y dañar o preocupar a los que comparten nuestra vida o a nosotros mismos, lo que nos convierte en cobardes y nos bloquea en nuestra evolución. Gracias por hacernos pensar.

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