Día a día, el goteo constante de noticias tremendas de maltratos y crímenes consecuencia de ellos, aumenta. Incomprensible para las mentes equilibradas. Consecuencias de mentes desequilibradas.
Los maltratadores son muchos, muchísimos más que los que aparecen en las noticias por haber perpetrado sus crímenes. El maltrato es el fascismo de las energías. Invadir energéticamente a alguien hasta permitirse creer que la persona maltratada es de su posesión.
Todos hemos sido maltratados en algún momento de nuestra vida. Yo mismo no soy una excepción. Personas que te obligan a prestarles una atención exclusiva, personas que te obligan a trabajarles constantemente bajo amenazas de suicidio, personas que sencillamente amenazan gratuitamente por el simple hecho de pensar distinto... A todos nos ha pasado.
Muchas son las llamadas de gente que ha sufrido maltrato y sin embargo quiere continuar con el maltratador o no se atreven a separarse de el. A todas les digo que tomen medidas, que recurran a las autoridades, a amigos, a familia. Que no permitan que les aleje de su entorno. A veces es inútil.
Las energías de los que maltratan son energías cobardes, energías negras llenas de complejos por ser conscientes de que poco son y descargan en la parte débil toda su ira. Que nadie se engañe. No hay amor en un maltratador. Nunca.
Son energías cobardes pues, sino fuera por las leyes y por el miedo a la cárcel, los casos de maltratos con trágico final se multiplicarían por mil, o por mucho más.
Las energías de las personas maltratadas son anuladas por las del maltratador. Éste quita constantemente energía, debilita el aura para que sea más manipulable. Son vampiros energéticos y emocionales.
No temas a una nueva vida. No temas a volver a ser feliz. No le quieres, date cuenta que sufres un enganche emocional debido al robo constante de energías. Reacciona. Llama a tu familia, a tus amigos. Yo por supuesto estoy a tu disposición. Pero no permitas tener un segundo de miedo más en tu vida.
Feliz jueves.
Manuel