sábado, 22 de noviembre de 2014

CUATRO VELAS BLANCAS PARA PROTEGER - EJERCICIO DE PROTECCIÓN



La tradición Maya es tan rica que, pequeños detalles de sus costumbres, pueden ser de gran ayuda para nosotros.

Los mayas cristianizados ( que mantienen muchas tradiciones propias), tienen un ritual de petición, que realizan dentro de las iglesias, muy interesante para pedir protección para los suyos. Es curioso que en cada zona cambia, pero inspirado en su esencia, os presento esta forma sencilla de proteger ante las malas energías.

Hay muchos tipos de ataques energéticos, desde simples palabras emitidas por personas para intentar herir (cotilleos, envidias, celos, insultos, acusaciones infundadas…) hasta ataques serios realizados para provocar un mal profundo. Nadie estamos a salvo de ese tipo de personas, todos (me incluyo) recibimos esos ataques y por ello es importante aumentar protecciones para que no nos afecten.

El aura es el escudo natural, pero a veces, puede estar baja debido a circunstancias pasajeras. Es entonces cuando debemos apoyarnos en objetos, ejercicios o rituales positivos de protección.

EJERCICIO DE PROTECCIÓN DE LAS CUATRO VELAS

Es extremadamente sencillo, no por ello menos potente. Solo se necesitan cuatro velas blancas y una tabla o bandeja, nada más. En este ejercicio, practicamos nuestra conexión con las fuerzas superiores (llámales Dios, universo, naturaleza, ángeles …). 


Posición de ofrenda y petición


Como gesto de humildad, yo lo hago en el suelo, arrodillado, utilizando una posición de yoga como  la de la foto (Ardha Kurmasana). Los primeros minutos son para concentrarnos en los que pedimos. Con las 4 velas en las manos, en una posición parecida a la indicada (parecida, haz lo que puedas), pensaremos una a una en las personas a quien queremos proteger (puedes estar incluida). Los reuniremos mentalmente en un punto, juntos y mentalmente también, pediremos a esas fuerzas superiores, que les protejan con una barrera de luz protectora. Intenta visualizar la escena.

Nos incorporamos un poco y con una cerilla encenderemos una de las velas. Las velas, las cuatro, representan la barrera de luz ante lo negativo. Luz para ver en la oscuridad los peligros que acechan y fuego purificador para alejar lo negativo.

Mira la vela y haz una petición sencilla parecida a la siguiente: "Protégenos de lo negativo para poder expandir lo positivo". Vierte un poco de cera en la tabla y pon la vela sobre ella para que se aguante de pie. Repite la operación con las cuatro velas colocándolas una al lado de otra, formando una barrera positiva.

Una vez puestas las velas, volveremos a la posición de petición y mentalmente situaremos a los que queramos proteger, detrás de esa barrera protectora de luz.

Relájate, ponte cómoda y mirando las velas, agradece la protección que seguro, las fuerzas superiores, nos brindarán.

Espero que os sea útil.

Feliz sábado!

Manuel








martes, 18 de noviembre de 2014

LA ALEGRÍA, MÉTODO DE SANACIÓN



Un signo evidente del estado energético, físico y emocional es la alegría. Definirla es difícil, pues no hay palabras suficientes. La Alegría es un estado, normalmente pasajero, que indica una buena canalización aunque sea momentánea de energía. Unos minutos de alegría, abren los chakras y aumentan el aura. 

Hay muchos tipos de alegría. Alegría por una situación, alegría en soledad, alegría en compañía, alegría por éxitos conseguidos por ti, por los éxitos de otras personas, alegrías compartidas, por proyectos, por triunfos o por haberlo intentado. Alegría sencillamente por vivir, por agradecimiento, por tener ganas de luchar. Alegría de amar, de ser amada, alegría de querer, de estar en paz, alegría de revelarse ante lo injusto, alegría por saber solidarizarse, por ser libre, por haber salido de una situación o por entrar en otra... 

Hay un denominador común,  la alegría nos hace sentir vivos.

Aunque las condiciones no ayuden, busca tus momentos de alegría y se consciente del bien que esas sensaciones provocan en tu cuerpo, mente y espíritu.

Viva la alegría!

Feliz martes.

Manuel

lunes, 17 de noviembre de 2014

BUSCAR LA ARMONÍA CON LA NATURALEZA. UNA PROPUSTA.



Todo lo artificial, lo superfluo, puede dar comodidad en un primer plazo, pero puede acabar resultando una carga a medio o largo plazo. Lo artificial, lo superfluo, suelen ser las cosas poco útiles que se adquieren empujados por el consumismo, cosas principalmente que se compran con el fin de satisfacer necesidades falsas provocadas por una feroz campaña consumista. Se acercan fechas donde la manipulación consumista va a forzar la máquina para conseguir que tengas falsas necesidades y, en caso de no poder satisfacerlas, aparecerán las frustraciones que ayudaran a la aparición de bloqueos.

Si os fijáis, lo superfluo, tiene una vida realmente corta y está diseñado para que al tiempo de haberlo adquirido, tengas la necesidad de comprar lo mismo más actualizado.

Todos seguro que vemos auténticos "yonkies" del consumismo. Personas que si no consiguen lo que quieren, sienten una insatisfacción que les produce reacciones variadas, todas negativas. 

Propongo buscar la armonía con la naturaleza, con el universo, para abrir los ojos y ser consciente de lo realmente importante. Un contacto intenso con ella, ayudará a darse cuenta que lo efímero pasa y lo importante, lo eterno, no precisa lujos ni ostentaciones. Desplázate un día a un parque, al campo, a la montaña, a la playa y toma conciencia de lo poco que necesitas allí y lo bien que estás. Llévate a los tuyos, hazles sentir las maravillosas sensaciones de abrazar un árbol, de subir un cerro, de descubrir nuevas plantas, de respirar y oler el mar, de tocar la tierra. Hazles sentar en el suelo y con las manos en la tierra, háblales del inmenso potencial energético que hay bajo sus manos. Diles que miren al cielo, que busquen donde está el final, y al no encontrarlo, háblales de su inmensidad, de su misterio. Después, explícales que todos somos importantes para todos y que nuestros actos influyen en los de los demás. Hazles sentir la paz que solo sienten las personas armonizadas con la naturaleza. 

Les habrás dado el mejor de los regalos.

Feliz lunes.

Manuel

domingo, 16 de noviembre de 2014

LA SIN RAZÓN DEL EGO



El ego está presente en todos los seres humanos. Es la lucha sobre su control lo que diferencia a una persona evolucionada. Los grandes iconos de la historia de la espiritualidad, tenían su ego controlado a la mínima expresión. Sabían escuchar, sabían hablar respetando cualquier posición, sabían exponer sus argumentos sin críticas a quien no pensaba igual, nunca desprendían odio en sus palabras, sino el intentar comprender las causas de quien miente y calumnia, para así poder ayudarles.

La prepotencia es una de las máximas expresiones del ego y esconde un montón de complejos no superados. Los ególatras consumados intentan por todos los medios ser protagonistas de todo, aparecer como los grandes valedores y guardianes. Utilizan todos los medios a su alcance para alcanzar sus minutos de falsa gloria. Se erigen como juececillos para intentar ilusamente ensuciar el nombre de los honestos que el cree, debido a sus complejos, que le hace sombra. Desgraciadamente son personas que están solas, no tienen a nadie, A lo largo de sus días se han ido enfrentando a quien ofendía su ego, sean madres, padres, familia o amigos. Solo están acompañados de falsas amistades.

Hay que aprender a distinguir a los ególatras patológicos y  mantener ciertas distancias, Nunca hay que perder la esperanza de que se den cuenta de su forma de actuar y con cautela, con amor, intentar ayudar en lo posible. 

Las personas que lanzan malas energías, suelen ser personas con egos disparados, personas que se creen con un poder que pueden utilizar a su antojo y beneficio. Una de las formas de reconocer a los que utilizan malas energías es escucharles como se dan autobombo . Curiosamente, con la capacidad de la que ellos carecen, el escuchar, es como se les reconoce.

Os animo a pulir los pequeños excesos de ego. Es normal tenerlos, y tomar conciencia de ellos es signo de evolución.

El mundo, el universo, es una maravilla. Hay que aprender libremente a disfrutarlo.

Feliz domingo

Swami Manuel