Las energías de las personas impregnan los objetos. Normalmente son energías positivas, pero en algunas ocasiones, los objetos llevan las energías de quien en su día los poseyó.
Me encantan los objetos antiguos, el arte en general y del pasado en particular. Me gusta percibir no solo lo que se aprecia visualmente, sino sentir las cargas energéticas que en los objetos se pueden apreciar. En los objetos antiguos es donde más se aprecian las cargas de los que lo han creado, comprado, leído, visto, usado, disfrutado o admirado. Muchas veces son impregnaciones positivas, otras no.
Cuando los objetos tienen cargas energéticas no positivas fuertes, puede arrastrar a quien los posee (aunque los tenga en otra vivienda o lugar) a una dinámica de acontecimientos no positivos. Las energías de esos objetos pueden mezclarse con las energías de quien los posee, interactuar, y entrar en dinámicas negativas.
Estoy trabajando un caso de una casa con muchos objetos heredados por una pareja. Ha sido tan fuerte la impregnación no positiva, que el bloqueo era preocupante. ¿La causa?, los objetos de la casa (heredados) y los de otra casa que tenían cerrada. Las energías contenidas en utensilios, alfombras, figuras, papeles, libros, lámparas, muebles... estaban saturadas de vivencias no positivas y afectaban a los nuevos propietarios.
Suelen ocurrir casos como el mencionado en objetos que han pertenecido a personas cercanas. Podemos estar tranquilos en museos o lugares donde se venden o exponen antigüedades, pues la relación con los propietarios antiguos, no existe. Acaban disolviéndose las energías no positivas que puedan contener.
Debemos recordar que las energías se transmiten, se envían, se mezclan, afectan sin tener en cuenta la distancia.
Espero ser de ayuda para localizar los focos que pueden estar alterando tu merecida felicidad.
Feliz lunes, feliz semana.
Manuel