Como en todo, la fuerza de un ritual depende del esfuerzo realizado en el, del trabajo invertido en los componentes y si es el caso, de su entrega al universo, a la naturaleza, como ofrenda por lo pedido.
Hay lugares mágicos, lugares donde la naturaleza, el universo, está más receptivo a nuestras peticiones. Seguro que cerca de nosotros los hay, y de una fuerza inigualable. Encontrar esos lugares forma parte del trabajo invertido en un ritual.
Regreso a Asia en menos de quince días. Marcho cargado de ilusión, cargado de energías dispuestas a ayudar a tanta gente que las precisa. Marcho dispuesto a seguir aprendiendo, a reencontrarme con personas y lugares que tanto me han enseñado. También dispuesto a realizar rituales en los lugares más maravillosos que conozco. Lugares donde la conexión con las grandes fuerzas universales es palpable.
Un ritual es, entre otras cosas, un puente de unión entre quien pide y quien ayuda. Por ello, el lugar de entrega es importante, en caso de que sea un ritual de ofrenda y petición.
En Asia realizaré rituales personalizados, buscaré los lugares energéticamente más potentes para trabajarlos.
En el próximo taller que realizaré en Barcelona sobre rituales, aparte de explicar mi forma de realizarlos, a conciencia, con fuerza, realizaremos rituales que tendré el honor de llevarme conmigo de viaje y entregarlos en uno de esos lugares. El círculo se completará y el universo escuchará atento las peticiones.
La foto la tomé desde la barca donde realicé rituales hace unos meses en Varanasi (India). El Ganges es de las vías energéticas más potentes, y su paso acariciando esa ciudad, enriquece si cabe ese potencial.
Poned conciencia en todos vuestros trabajos energéticos. Trabajar fuerte para recibir más.
Feliz día.
Manuel