La naturaleza nos ofrece regalos con muchas pistas y significados. Regalos fáciles de encontrar por espíritus buscadores y difíciles de sentir por mentes cerradas. El árbol de la vida es uno de esos maravillosos milagros, esencia total del significado de la espiritualidad.
Es un árbol grande, antiguo, fuerte, noble, sólido y agradecido con su entorno. Árbol cobijo de energías puras que acuden a su sombra para concentrar y potenciar sus dones. Punto geo-energético marcado con su presencia y esperando ser reconocido por almas que quieren avanzar.
El árbol de la vida es la unión de lo físico y lo energético. Físico pues está localizado en un punto tangible. Energético pues hay miles, quizás millones de ellos con características muy parecidas. No hay distancias. Físico pues su tronco nos transmite fortaleza, sus raíces solidez, sus ramas y hojas vida. Energético pues es la conexión perfecta entre las energías de la tierra (sus raíces) y las energías universales (sus ramas). El árbol de la vida es una antena que recibe y condensa energías a la vez que emite y potencia peticiones.
Bajo el árbol de la vida, anclado en ese lugar geo-energético, la atracción de energía sanadora en su sentido más amplio es muy superior que en cualquier otro lugar. Bajo el árbol de la vida, la emisión de energía para una petición o ritual es potenciada por la fuerza de la tierra y amplificada al ser lanzada al universo a través de sus ramas.
Tendremos la gran oportunidad de trabajar bajo su amparo en las próximas jornadas que vamos a realizar en Girona. Todo lo que se trabaje bajo su influencia será potenciado por su generosidad. Tocarlo, abrazarlo, sentirlo y agradecerle formará parte de los recuerdos de tu vida.
Somos afortunados de contar con tu ayuda.