¿Aprecias el presente?

La mentalidad humana es de natural caprichosa y ambiciosa con los cambios.

Los que se trabajan a nivel energético muy pocas veces están conforme con la situación presente. Se suele olvidar lo conseguido pues siempre quieren avanzar más. No se es consciente lo que se ha avanzado, se infravalora, se quiere más y más. Me consultan a diario personas que se han trabajado pero quieren sentir más, mejor, todo y están frustrados por no conseguirlo. Casi siempre respondo lo mismo, "pregúntate como estabas hace  dos años y como estás ahora".

Una de las bases del crecimiento es aceptar el estado presente, vivir el presente, disfrutar el presente aunque se esté en una situación difícil. El presente es el eslabón invisible entre el pasado y el futuro.

A nivel cotidiano suele pasar lo mismo. Es difícil aceptar el presente, pues casi siempre se quieren alcanzar otras metas que nublan lo conseguido.

No quiero resultar frívolo pues soy consciente de los presentes muy duros que existen. Mi mensaje va dirigido a los que no están en situaciones críticas principalmente de salud y límite económico.

Nos marcamos metas, pequeñas metas a veces, y al conseguirlas, que se consiguen, quedan casi inmediatamente tapadas por otras metas y la frustración aparece pues siempre hay metas no alcanzadas.

La constancia en los objetivos, y la satisfacción por conseguirlos, por muy pequeños que sean, deben ser alimento suficiente para continuar.

EL CASO DE ÁNGELA

Ángela no tenía objetivos claros, quería independizarse y enamorarse. Marcamos un primer objetivo, estudiar diseño y estampación, lo consiguió, pero no estaba bien pues no tenía trabajo. Entró en una empresa del sector, pero no estaba bien pues no desarrollaba exactamente lo que quería. Deseaba tener pareja y conoció a Luis en la empresa, pero no estaba bien pues deseaba ir a más, vivir con el. Fueron a vivir juntos, se querían, pero no estaba bien pues no desarrollaba exactamente su trabajo y la casa era pequeña, iban justos y necesitaba mas espacio. Consiguió el trabajo deseado, tenía a Luis como inmediato superior, pero no estaba bien pues eran demasiadas horas con el y habían tensiones en el trabajo. Quería ser madre, tuvieron una hija, pero no estaba bien pues ser madre le absorbía demasiado tiempo, la casa era pequeña, se tuvieron que ajustar el cinturón, el trabajo le agobiaba y las tensiones con Luis eran habituales. Esta es la situación actual. Ángela no es feliz. Hablando con ella le recuerdo cuando estudiaba, ella sonríe y dice, que tiempo tan feliz. Le recuerdo su primer trabajo, se emociona pensando lo afortunada que fue. Hablamos de Luis y lo que se reían y Ángela echa de menos esos días, se quieren, aunque hay ya mucha distancia. Recordamos cuando logró el puesto que quería y se enorgullece de haberlo conseguido. Hablamos de lo que sintió al entrar en su casa y reconoce que por primera vez se sintió libre…

Ángela añora el pasado y desea un futuro, pero no disfruta del presente. Tiene que aprender a disfrutar de lo conseguido y seguir con constancia hacía un futuro mejor.

Una foto paraliza un bello presente y nos permite ver todos sus preciosos matices. La hoja de la foto, fue un brote verde, una fresca hoja de un bello árbol que cumplió un ciclo y al caer nos regalo esa maravillosa instantánea de un presente ya pasado. La hoja se la lleva el viento y quizás forme un bello manto multicolor que formara otro maravilloso presente.

Feliz Martes!

Manuel