Lo que hacemos en nuestra vida, influye en nuestra alma y en nuestra felicidad.
Quizás nos estudien dentro de cientos de años como habitantes de sociedades egoístas que solo se miran a si mismas y ven las desgracias que ocurren en otro países como algo externo y peligroso.
Vemos morir a miles de personas, si, personas, de forma cruel. Vemos de forma constante, pese al los grandes filtros de los medios de comunicación, ciudades arrasadas, guerras, atentados, injusticias, sequías, enfermedades, pobreza extrema... Y seguimos con nuestro día a día, con nuestros grandes lujos que por fáciles ya no apreciamos, y por supuesto, nos quejamos de todo, y de lo infelices que somos.
Ese constante mirar para otro lado es sin duda provocado por años y años de manipulación política y social. Nos han enseñado constantemente a mirarnos el ombligo e ignorar las barbaridades que ocurren en el mundo. Esa actitud ensucia el alma y nos crea un terrible KARMA SOCIAL, que sin duda pagaremos. Lo denomino social pues es consecuencia de una sociedad falsa e hipócrita dirigida durante muchísimos años por una clase política endemoniada que solo quiere contentar lo superficial, olvidándose de lo humano.
El KARMA SOCIAL se crea con ese constante mirar a otro lado. Sigo viendo almas podridas que hablan de crear muros para que esas personas no vengan a nuestras tierras. Almas podridas que comentan impunemente el "que se maten entre ellos".
Tu, que te emocionas, tu, que lloras al ver esas desgracias y que te sientes impotente pues no sabes lo que hacer, no generas ningún karma social, pues, aunque poco más puedas hacer, TUS LÁGRIMAS LIMPIAN TU ALMA y seguro que tu mensaje y actitud puede hacer cambiar mentalidades cerradas.
Te felicito por emocionarte, por tener rabia e impotencia ante las injusticias. Te felicito por sonreir a quien nada tiene y ofrecerle tu apoyo. Te felicito por no caer en lo fácil y revelarte o expresar tu opinión. Te felicito por enfrentarte a quienes quieren seguir manipulando a la sociedad para provocar ceguera selectiva.
No decaigas, siéntete orgullosa/orgulloso de como eres. Intenta ser feliz, pues esa felicidad te dará fuerzas para seguir siendo rebelde.
Feliz día.
Manuel