Constantemente en nuestro día a día tomamos decisiones de todo tipo, inicialmente sin importancia, potencialmente importantes. Pequeñas y grandes decisiones que forman nuestro futuro.
No hay que pensar que muchas decisiones son intrascendentes. Todas, todas, pueden llegar a tener una importancia vital. Las cadenas de acontecimientos son tan inesperadas que una sencilla decisión como ponerse una camisa blanca o roja puede cambiar todo tu futuro. Créelo, así es. Las cadenas de acontecimientos se precipitan hacia lo positivo y lo no positivo dependiendo de las decisiones sencillas.
La gran pregunta es ¿Cómo se si estoy tomando decisiones correctas?
No hay que sugestionarse ante cada decisión. Deben ser las diarias casi automáticas. Pero hay varios factores clave a la hora de tener más posibilidades de acertar. Estar desbloqueado es uno de ellos. Tomar decisiones con un bloqueo es sinónimo de poder equivocarse. Los bloqueos se deshacen con energía y ahí es donde entran los talismanes a la hora de ayudar a tomar decisiones.
Podemos definir un talismán como un objeto que atrae energías positivas para fusionarlas con la persona poseedora del mismo. La potencia de un talismán se basa en su forma, su significado y principalmente en las continuas cargas de energías que ha recibido. El poseedor del talismán recibe una fuente de energía universal extra que le acompaña en las tomas de decisiones diarias. Al aumentar el porcentaje de acierto, los objetivos de vida tienden a cumplirse y el resultado es el deseado.
Los talismanes que he ido preparando estas últimas semanas, contienen energías distintas de lugares únicos. La finalidad, que la persona que lo adquiera, reciba ese extra y tome decisiones afortunadas. Me gusta cubrir la última fase y presentarle al talismán a quien va a ser su propietario. Me gusta personalizar los talismanes.
Feliz día
Manuel