Cada persona reacciona de forma distinta ante una misma negatividad. La misma energía negativa enviada por alguien, puede no hacer efecto en la víctima de ese ataque, o puede ser destructora en otra. Los factores de los que dependen que las energías negativas enviadas tengan efecto son múltiples. Dependerá del aura, de las protecciones, de su capacidad de canalización o del momento por el que se esté pasando.
Quien manda negatividad, suele hacerlo de manera constante y en varias direcciones distintas. La mayoría de las veces no logra su objetivo pero, algunas si. Cuando logra su objetivo es fruto de su insistencia. Manda y manda negatividad hasta que casualmente coincide con un momento bajo de nuestras energías, del aura o protecciones. Entonces logra su efecto.
Las energías negativas logran pasar los filtros del aura e impregnan las primeras capas produciendo ya un primer malestar. Suelen aparecer síntomas de nervios, ansiedades, tristezas. También ganas de aislarse y cierto colapso en lo referente a proyectos.
En caso de que no se tomen medidas al respecto, la negatividad se hace densa y el carácter va cambiando hacia el bloqueo. Los chakras se ven afectados y la canalización disminuye. Los síntomas se van enquistando. Al tomar decisiones bajo esa influencia, éstas pueden ser totalmente equivocadas. Dejar un trabajo, una relación, caer en una adicción, dedicar esfuerzos a algo equivocado... La negatividad mandada en su día logra su objetivo y la vida de la víctima se empieza a desmontar. La salud, al fallar la canalización, puede empeorar.
Aunque poco habitual, puede ocurrir que la negatividad acabe agrietando el aura y ésta llegue a nuestra esencia, al alma. El colapso entonces es casi total y la idea de acabar con todo gana terreno. La grieta en el aura permite que otras energías invadan el interior.
Lo importante es estar al tanto de nuestro estado energético sin obsesiones. Analizarnos teniendo en cuenta que no todo lo que nos ocurre es por causa de energías negativas recibidas. Pero si ese estado deja de ser pasajero para convertirse en habitual, es cuando se tienen que tomar medidas.
Como tantas veces, la limpieza de aura, aumentar la canalización de los chakras y el cuidado de nuestro cuerpo físico son la solución. La autocrítica es positiva, el auto análisis crítico de no pensar que todo es culpa de los demás, es de gran ayuda. Es el primer paso para sanar.
Por prevenir e incluso limpiar esa negatividad, aconsejo ser constante en el trabajo energético. Pasear, respirar conscientemente, meditar, visualizar, beber agua, dieta equilibrada y sana, deporte, etc. ayuda a fortalecer aura, limpiarla y a protegerse de negatividades. Objetos preparados para proteger son complementos idóneos para impedir que lleguen negatividades.
Cree en ti y en tus posibilidades.
Manuel
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