Están por todas partes. Pueden ser conscientes o inconscientes de su forma de alimentarse energéticamente. Pero el resultado es el robo de energía a los demás.
No pueden ni mucho menos quitar energía a todo el mundo, las defensas y protecciones de cada uno lo impiden, pero cuando logran esquivarlas, se convierten en auténticos parásitos energéticos que pueden llegar a vaciarte al tiempo que ellos aumentan su fuerza (que es la tuya).
Hay muchos tipos de vampiros energéticos y muchas formas de conseguir robar energía. Por clasificarlos, los dividiría en vampiros conscientes y vampiros inconscientes. Los dos son nocivos pero evidentemente los conscientes son más peligrosos. Son conocedores de su poder y reconocen a sus víctimas. Pueden llegar a provocar bloqueos tremendos.
Desgraciadamente hay situaciones extremadamente conflictivas. Por ejemplo cuando la pareja o algún familiar lo son, cuando en el trabajo los hay o cuando te pones en manos de terapeutas con ese retorcido fin,
Reconocerlos es un ejercicio de despertar interior, de hacerse caso. Una herramienta muy utilizada por este tipo de personas es convertirte en un saco de basura donde volcar todas sus penas, sean reales o inventadas. Llegan a conseguir que te sientas responsable por no solucionar su vida. Otro método que utilizan es justamente el contrario, una excesiva predisposición a ayudarte y escucharte con la única finalidad de bajar tus defensas para así poder tener acceso a tu interior. Lobos con piel de cordero. Por supuesto cualquier tipo de maltrato físico o emocional es una forma de vampirismo energético violento.
Las soluciones son muchas dependiendo de la proximidad y relación con el atacante. Lo más fácil es alejarse si es una persona que no está dentro del círculo familiar o laboral. De nuevo creer en uno mismo. Muchas veces esto no es posible por las relaciones familiares o laborales con el vampiro. En estos casos una pauta es aprender a decir NO. Los vampirizados sienten la extraña sensación de estar obligados a asentir a las demandas del vampiro. Decir NO, poco a poco a lo que no corresponde, es una forma de liberación. Por último otra forma de evitar esos robos es el auto trabajo energético. Trabajos que aumenten el aura, las defensas. Trabajos que hagan canalizar mejor. Preparar objetos que sirvan de escudos ante esas personas y trabajar nuestras energías, el aura, hacen que las defensas sean más fuertes. La dificultad es lo que hace desistir a un vampiro en sus ataques.
Son muchos los casos particulares y estremecedores a veces. No dudéis en pedir mi opinión ante casos particulares. Las generalizaciones, como este artículo pueden caer en la simplicidad.
Feliz semana!
Manuel