Insisto mucho en la necesidad de trabajarse energéticamente. Meditar, visualizar, hacer rituales, programar velas, respiraciones conscientes... Todo ello tiene muchos fines Desde luego conseguir objetivos es el más visible, pero la riqueza oculta es el entrenamiento espiritual que realizamos.
Ese entrenamiento tiene muchos frutos. Uno de los más curiosos es la conexión entre personas o lugares. Sin saber exactamente porqué, recibes sensaciones de forma sorprendente de alguien que quizás ni conoces en persona o de un lugar desconocido. Puedes llegar a sentir escenas del día a día, ver, oír y hasta oler aromas de lugares lejanos.
Una explicación posible es que las energías, al no conocer las distancias, viaja a lugares o conecta con personas afines para encuentros o reencuentros. Parece una locura ¿verdad?, pues es una realidad más común de lo que se cree. En visualizaciones, los viajes son maravillosos. Aparecen de golpe personas o lugares desconocidos físicamente, pero conocidos energéticamente. Esos momentos, que también aparecen en sueños, son momentos en los que el alma avanza y aprende. Las energías son eternas y vienen de un pasado. Lo que ha vivido en ese pasado, reside en el alma.
Cuando ejercitas las energías meditando, visualizando, trabajando velas y rituales, las personas o lugares con las que tu alma ha interactuado, aparecen y se establecen de nuevo maravillosas conexiones.
Las conexiones con personas o lugares son uno de los secretos del dominio energético.
Feliz día.
Manuel
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