Ser buscador. Me encanta la palabra, pues define un gran movimiento de gente ansiosa por aprender algo que no está en la enseñanza reglada y que las normas sociales intentan tapar.
Buscadores, personas que se mueven para encontrar cosas. No sabemos exactamente que. No sabemos exactamente donde nos llevará esa búsqueda. Agotadora, confusa, desesperante a veces, maravillosa siempre.
Hablábamos en el taller de este fin de semana pasado en Zaragoza de espiritualidad. De ser espirituales. Comenté que esa palabra no me convencía, quizás demasiado pomposa, elitista, quizás demasiado suave. Pregunté si a alguien se le ocurría alguna palabra para definir un poco más exactamente lo que somos. Una palabra que defina nuestras inquietudes. Una palabra que de orgullo al escucharla. Mi querido amigo Eduardo la soltó. BUSCADORES. Gracias Eduardo, lo has clavado!
Y eso es lo que somos, personas que buscamos aprender, siempre aprendemos. Personas que buscamos como encajar nuestras inquietudes en una sociedad tan difícil. Personas que buscan soluciones. Personas con valores humanos que buscan como expresarlos.
Gracias Eduardo porque con esa palabra me enseñaste, a mi y al grupo. Buscadores. Tiene connotaciones de aventura, pues el mundo de las energías es un maravilloso mundo de aventuras. Tiene connotaciones heroicas, pues hay que realizar un gran esfuerzo y nadar contra corriente para avanzar. Tiene connotaciones de fortaleza, hay que ser fuerte para seguir aprendiendo algo que no aparece en fotos y que nuestros ojos físicos no ven.
Me enorgullece ser un buscador. me enorgullece que busquemos juntos. ¿Te apuntas?
Feliz día.
Manuel
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