En energías todo
es diferente. No existen los parámetros físicos tal y como los conocemos. Por
ello me he atrevido a titular así el artículo.
El contacto, la conexión
y relación íntima entre lo físico y el alma es uno de los fines del trabajo
energético. El alma a su vez, desea conectar con el yo físico. Cuando el alma
conecta con lo físico, cuando hay armonía entre las dos partes principales del
presente, sucede algo maravilloso… Aparece la ilusión.
Seguro que has
sentido esa sensación, estar ilusionada ante un proyecto, una relación, un
lugar, una idea, una esperanza… Seguro que notas la conexión con tu alma, la
alegría, la sonrisa, la fuerza e incluso euforia para llevar a cabo o disfrutar
esa ilusión. Seguro que si respiras profundamente cuando estás ilusionada,
saboreando el aire que inhalas, lograrás distinguir el olor de tu alma. Tu alma
huele a ilusión.
Que difícil es
comenzar un proyecto sin ilusión. Que difícil un aprendizaje, un viaje, un
trabajo, una relación sin ilusión. Quizás el alma da señales de lo que te
aconseja hacer. Quizás debemos aprender a saborear e interpretar el olor del
alma.
Feliz día.
Manuel
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