Nada es fácil. No existe una fórmula o prospecto para aprender a leer los pensamientos de los demás, leer sus energías, emociones, incluso leer sus posibles futuros.
Pero como en todo, la práctica y la constancia hacen despertar cualidades que parecen completamente imposibles. Os resumo una serie de pasos que son fruto de mi experiencia en estos temas. Me gusta dejar mi opinión para que quizás ayude a alguno de vosotros a avanzar en este maravilloso camino de las energías. No pretendo estar en posesión de ninguna verdad, nunca ha sido mi intención demostrar que la tengo, por la sencilla razón de que creo que hay muchas verdades.
La energía es un complejo idioma, que como cualquier otro idioma, precisa muchas horas de práctica sólo para entenderlo un poco y más para hablarlo.
El pensamiento es una energía que las personas lanzan tímidamente y con recelo. Es una energía sutil que lleva implícita energías que indican el estado de la persona.
PRIMER CONTACTO ENERGÉTICO
Como primer paso nuestra mente debe ponerse en un estado mas sutil, un estado en el que lo accesorio pasa a un segundo plano. Nos centramos en la voz, si es que hablamos con la persona a leer sus energías o lo miramos si es alguien con quien no estamos hablando. Lo importante es ese contacto suave, de acercamiento en el que, sin ningún tipo de manipulación, ofrecemos nuestra energía y atraemos la suya.
El momento de ese contacto energético, el conseguirlo aunque sea fugaz, es un gran avance, es la recompensa perfecta a creer en uno mismo. Ese primer contacto quizás no te diga nada, pero es el método de establecer la conexión. Afianzar este primer paso, practicando, facilita mucho los pasos posteriores.
Te aconsejo que practiques, que te lo tomes como un juego incluso. Si estás tomando un café en una terraza, sencillamente mira a los desconocidos que pasan e intenta contactar con sus energías. Una vez que tengas más práctica, notarás como muchas de esas personas se giran sin razón a mirarte, sobre todo las mas sensibles energeticamente.
No se el tiempo que dura esta primera etapa, depende de cada persona, de su estado y su capacidad de creer en si misma. Pero os aseguro que es una etapa apasionante.
La paciencia, la constancia y disfrutar de cada etapa es la mejor garantía para avanzar. Las personas con malas intenciones, que piensan en utilizar esa cualidad para fines egoístas, difícilmente avanzan, pues la ansiedad que les provoca sus ansias de poder, bloquean cualquier esfuerzo.
LA LECTURA DE ENERGÍAS, LECTURAS PUNTUALES
Posiblemente ahora, después de practicar, la conexión con las personas se produce con mayor facilidad. En esas conexiones, seguro que habréis notado alguna información. Esa información procede de sus energías o sus pensamientos. No es una conexión clara, ni nítida, y pueden interferir otras energías, pero a medida que practiques más, notarás esos mensajes de una forma más natural, identificando la posibilidad de ser real o interferencia.
Esta es la etapa de afianzamiento. Es una etapa larga en la que lo normal es leer las energías, no de forma equívoca, sino de forma puntual. Eso quiere decir que leemos flashes de ese complejo pensamiento. Es como abrir un libro por la mitad y leer sólo tres páginas. La información es incompleta, sin sentido aveces. Se puede ver un objeto, una situación, sentir una angustia o un sentimiento de felicidad. Todo cabe. Puedes sentir o ver tanto distinto como cosas o situaciones ha visto o vivido esa persona.
No debe desalentar esta etapa. La mente humana siempre busca respuesta lógicas y durante esta etapa, la lógica pasa a un segundo plano. Mirar a alguien y sentir un abrazo, una angustia, pasión, amor, odio o ver una silla, unas manos cogidas, una llave, una habitación son informaciones puntuales que poco significado tiene de forma independiente, pero que son piezas de un complejo puzzle a montar.
Durante esta etapa puedes sentir y ver cosas que incluso la persona a la que analizas tiene olvidado en su recuerdo, pero que sigue latente en su estado. Son puertas abiertas que en muchos casos se deben cerrar.
Tienes que buscar tu forma de conexión, buscar el contacto físico para ello, la mirada, la voz... busca el método en el que te sientes mejor.
Las lecturas puntuales en si ya suponen un flujo de información, pero hay que ser muy cauto con no sacar conclusiones precipitadamente. Suele ser el gran fallo de las personas que se dedican a estos temas. Si que son indicios, pero hay que abrir la mente y no juzgarlos según las premisas que en nuestro pensamiento tengamos. No se debe juzgar, no somos nadie para ello. Si quieres seguir avanzando, debes alejarte de ideologías políticas, religiosas, morales y sociales y ser una persona libre que intenta entender el pensamiento humano. No somos jueces que vamos a juzgar sobre lo que veamos.
MONTANDO EL PUZZLE
Recordemos que no estamos leyendo el futuro, ese es otro tema, muy extenso y que por supuesto abordaré en otra entrada. Estamos leyendo presente y pasado.
La situación en la que estamos ahora es la de un flujo de mensajes, muchos sin significado propio, inconexos y confusos. El puzzle está sobre la mesa y hay que montarlo. Para ello aconsejo que os centréis en un tema y desechéis por ahora el resto. Vamos a montar sólo una esquina del puzzle.
Si alguien te pide que leas sus energía porque tiene una preocupación, tiene que decirte que es lo que quieres que le mires, la parte concreta que le preocupa, lo más acotada posible para así, poder descartar mensajes no relacionados y centrarse en los mensajes energéticos relacionados con ese problema.
Pero quizás aun no es tiempo de eso. Estamos en etapa (siempre lo estamos) de aprendizaje, y mejor que ordenemos el flujo de información que nos llega para saber más de esa persona. En esta fase las cualidades personales de cada uno influyen mucho. La rapidez y capacidad de interpretación es la que hará que saques conclusiones de lo que te llega.
Otra etapa larga, yo diría que eterna. Ya "chapurreamos" este complejo idioma de las energías, pero no lo dominamos a la perfección (creo que nunca se domina a ese nivel). Es como estar sentados en una mesa donde todos hablan un idioma de forma natural y tu lo estás aprendiendo, te pierdes muchas frases y eso hace que no encuentres todas las respuestas.
El ejercicio mental es brutal, asimilar imágenes, sensaciones, ordenarlas, desecharlas para poder sacar conclusiones. Es agotador, pero muy muy beneficioso. Llegará un momento en que de forma natural tu mente realizará ese complejo trabajo y sólo mostrarás interés por un tipo de sensaciones.
INTERPRETACIÓN
Esta es la fase más compleja, pues las personas que leen las energías deberían haberse trabajado de una forma muy intensa para despojarse, como ya he mencionado antes, de prejuicios morales, alejarse de planteamientos políticos, ideológicos y religiosos. liberarse de formas de pensamiento que se tienen grabadas. No somos jueces para juzgar los pensamientos de los demás, si que hay unas bases claras que todos sabemos, pero sólo eso. No se trata de influir en alguien para que coja un camino u otro, ni recriminar lo que podamos ver o sentir. Se trata de interpretar de la forma más aséptica posible.
La dificultad de la interpretación estriba en parte en el desconocimiento de las circunstancias de la persona que intentamos interpretar. Por ejemplo, podemos ver o sentir que en el pasado una persona hizo algo no legal por conseguir comida. Sin saber la circunstancia en esa época, la información se desvirtúa pues es distinto si en esa época no tenía medios de subsistir, o tenía medios sobrados de supervivencia.
La interpretación de un pensamiento a tiempo presente también tiene muchas variables. Recordemos que el pensamiento es de una libertad casi ilimitada y amparada por la privacidad del mismo.
La videncia utiliza hechos del pasado para trasladarlos al futuro. Los modos de actuar en un pasado, provocan una serie de futuros mas o menos relacionados con el. Lo vivido es el causante de nuestro estado energético y interpretándolo bien puede ayudar a mejorar el futuro.
Hay muchos futuros posibles y las interpretaciones del presente y pasado, ayudan a saber lo que hay que corregir para lograr el futuro esperado.