domingo, 11 de mayo de 2014

La dualidad del domingo. Peligro de tristeza.



Es curioso lo que ocurre en este día, es un día deseado pues representa el descanso tras una semana de trabajo pero a la vez es un día que tiene un doble filo. 

Lo analizo desde mi humilde opinión después hablar con mucha gente y analizar sus sensaciones en domingo.

Hay mucha diferencia entre el domingo mañana y el domingo tarde/noche. Las sensaciones durante la mañana suelen ser más optimistas, más positivas, un fantástico día por delante para hacer sencillamente lo que plazca, estar con la familia, cosas de la casa, temas pendientes, salir, pasear, deporte… Las sensaciones por la tarde/noche y sobre todo noche, van girando en dirección contraria. Sensaciones extrañas que ahogan un poco el alma. Tristezas, melancolías, replantearse situaciones, sensación de haber perdido el día que desemboca en abatimiento.

Evidentemente influye el tema de que se acabe el día festivo, pero hay algo más. Es la sensación interior de que el día ha pasado sin cubrir las necesidades ideadas. Es la trampa del día festivo. La auto recriminación por no haber hecho más o distinto y su traslación a tu vida en general.

No es fácil como siempre aconsejar, a la vez que estoy generalizando y afortunadamente muchos de vosotros no sentís esos síntomas. No voy a aconsejar pero si os puedo decir como me planteo yo los días festivos, a mi me funciona y espero que a alguien le ayude.

En principio trato que este día sea lo más largo posible, por ello desaconsejo en primer lugar levantarse tarde. Se trata de hacer las cosas que no puedes hacer durante la semana. Habrá cosas menos agradables, tareas de la casa, etc y otras que si lo son y para ello precisas tiempo.

Dedico más tiempo del habitual al desayuno, con más calma y quizás con ingredientes distintos para celebrar un día distinto. 

Lo siguiente es realizar las tareas no festivas, lo no agradable, las tareas pendientes de la casa, limpiezas, orden, etc. Una vez hechas, ya sientes la sensación de que el día es tuyo y de los tuyos, no de tus obligaciones.

A continuación, haga el día que haga, salir por los alrededores, coger tren, coche si tienes, bicicleta, ropa cómoda y disfrutar de forma sencilla de lo que se te ofrece. Mucha positividad, intentar interactuar con los demás, sacar la persona que hay en ti y que durante la semana, por cuestiones laborales, no puedes. 

Después de comer, si haces siesta, procura que no sea muy larga, más que eso intenta que sea una recuperación a la actividad de la mañana.

La parte del domingo más sensible a caer en tristezas es cuando ya anochece. La sensación si has realizado actividad exterior siempre es distinta a la de haberse levantado tarde y no haber realizado ni las tareas pendientes, ni nada especial.

Aconsejo si has hecho una siesta larga o si te sientes pesada y con la pereza propia de un domingo (por otro lado en su medida, necesaria) una ducha rápida. Rompe con la pereza y hazlo, notarás que se desvanecen sensaciones molestas. Si sales un rato por la después, genial, aunque sea a respirar un poco en el exterior.

La cena es muy importante un día como hoy. Una cena ligera, sana y no demasiado tarde es lo más aconsejable, Bebe mucha agua durante el día y aconsejo antes de dormir, en la última parte del día.

Adapta lo dicho anteriormente a tus circunstancias, se constante y verás, si era tu caso en que los domingos tarde/noche te embargaba la tristeza, como desaparecerá y te ayudará a afrontar el lunes con otra actitud.

Me disculpo de nuevo por generalizar.

Feliz domingo!

Manuel

2 comentarios:

  1. Me sorprende que algo que siempre en mayor o menor media me pasó.
    Nunca me puse a analizar motivos ni remedios.
    Muchas gracias por los consejos,
    Intentare ponerlos en práctica y observar resultados.

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  2. A mi también me suele pasar, es como si en mi cabeza se posara una nube negra y no pudiera soplar para espantarla, gracias.

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