miércoles, 4 de junio de 2014

Antídotos del EGO



Saber escuchar con el corazón, con el alma, olvidando durante ese tiempo los problemas que uno mismo puede tener es uno de los antídotos del ego. Abrir los sentidos a quien habla. Dar lo que se espera de ti, sencillamente un apoyo.  Escuchar sin juzgar, sin creerse en la posesión fácil de la solución. No caer en los consejos fáciles pues cada situación es única y compleja. Si sabes escuchar de esa forma, estás haciendo un bien a quien habla y estás sanando tu alma, liberándola del yugo del ego, el cáncer del alma.

El ego es el que te dice constantemente que todo gira alrededor tuyo. Es el que precisa reconocimiento y llamar la atención. Es el que, mediante los mecanismos que sean, quiere hacer que se fijen en ti, que te reconozcan, que te alaben o compadezcan, que te den la razón y si, también el que quiere que te escuchen. El ego es esa voz interior que cuando estás escuchando a alguien te dice que intervengas para demostrar que los problemas o logros del otro no son nada comparables a los tuyos. El ego es un falso placer pasajero que crea vacío. 

El ego impulsa a la prepotencia. Es el causante de actividades corruptas, es la semilla de la avaricia. El ególatra necesita aparentar para ser  reconocido. El ególatra esconde un gran complejo de inferioridad.

Escuchar sin caer en el "yo más", limpia el alma. Es curioso ver en grupos como alguien cuenta alguna experiencia maravillosa y aparece el ególatra para demostrar que el la ha vivido  quizás superado. O como alguien cuenta una desgracia, un problema y aparece quien afirma que eso no es nada comparado a lo suyo. 

Los antídotos para el ego son escuchar, humildad y respeto hacia los demás. Todos debemos practicarlo pues el ego nunca desaparece, siempre, en mayor o menor medida está ahí. 

Los que nos dedicamos a las energías debemos trabajarlo muy especialmente. Huye de quien diga que todo lo sabe, de los que tienen respuesta para todo, saben de todas las terapias y métodos, de los que han estado en todas partes y se pavonean de ello. El ego les puede y sus energías no son tan efectivas.

Somos una infinitesimal parte parte de un mundo infinito. Tomemos conciencia de ello.

Feliz miércoles.

Manuel


2 comentarios:

  1. Sí SWAMI, tenemos que aprender a escuchar con el Corazón...olvidándonos por un momento de nuestras cosas...con la atención puesta en el otro y necesaria para frenar nuestro ego... para no usar el "yo más"en cuanto pueda tener yo el uso de la palabra... contando algo mío positivo ó negativo (según lo que relate quien está hablando) pero...intentando superar la importancia de lo que escucho.....¡¡¡GRACIAS MAESTRO POR AYUDARNOS A DESCUBRIR CÓMO PODEMOS SER MEJORES PERSONAS!!! un abrazo.

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  2. Gracias Manuel!
    Un abrazo!

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