martes, 17 de junio de 2014

Enviar energías a distancia.



Una de las grandes maravillas de las energías es que no conocen las distancias. Un pensamiento, un abrazo, un cariño, un deseo, amor… dirigido a otra persona, en mayor o menor medida llega. Todo depende de la fuerza con que se emita y de las corazas del receptor.

Todos somos capaces y todos mandamos sin darnos cuenta energías aún sin ser conscientes de este maravilloso mundo paralelo. Cuando se tiene un pensamiento sincero hacia alguien, esa energía positiva llega. Cuando ya de forma consciente se manda energía positiva a otra persona, esa energía vital llega con más fuerza. Un ejemplo claro es el amor y el deseo. Dos personas pueden sentirse mutuamente  por muchos kilómetros que les separen, el amor, el deseo es de las energías más potentes.

En una conversación telefónica, donde no hay imágenes que despisten la esencia de las personas, se puede emitir más energía que incluso en persona. Solo está la voz, los silencios llenos de información, las energías del entorno. En una conversación telefónica se puede emitir el máximo de energías. Cuando en consulta atiendo por teléfono, emito constantemente energía direccionada a los puntos a tratar. Solo esta la esencia de las dos personas y la voz.

Los canalizadores de energía, a la hora de actuar sobre alguien, hemos desarrollado esa capacidad de direccionar la energía vital. A veces, para potenciarla, aumentamos la intensidad formando ruedas de energía entre varios para emitir vitalidad a donde se precise. Los resultados son maravillosos. 

En el otro lado están los que que emiten negatividad. Desgraciadamente está desarrollado en muchísima gente. Un ejemplo cotidiano es una discusión cuando se conduce. Quien recibe un grito, un gesto de otro conductor, nota en el acto esa negatividad y le afecta provocando una ira descontrolada a veces. En ese caso te han lanzado energía negativa que te altera.

Los canalizadores de energía negativa (que también los hay) provocan reacciones en los demás que los desequilibran y los llevan a  situaciones no deseadas. Son los mercenarios de las energías, los que han prostituido su don para lo negativo. Apartarse y protegerse de ellos y sus energías es vital para evitar cualquier manipulación por su parte.

Estar abierto a lo positivo, influye en recibir energías positivas. A veces, puedes recibir energías positivas anónimas completamente sin estar conectado energéticamente con alguien. Atraes lo positivo.

Feliz martes.

Manuel

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